Los anuncios minimalistas, sobre todo dados en cartelería, son aquellos que con un sólo elemento, unos colores apropiados, una elegancia patente en el diseño final y un mensaje aparentemente directo consiguen transmitir un mensaje divertido y audaz.
Digo lo de aparentemente, porque por su sencillez y sobriedad de elementos no dan muchas pistas del mensaje que quiere dar. Son aquellos donde alguien expresa abiertamente, pero con cierta congoja un: "No lo entiendo". Pero ahí está el verdadero encanto de esta publicidad, la emoción de saber qué dice ese anuncio con un discurso tan sutil basado en la cultura de la imagen.
Digamos que "los que están entrenados" en este tipo de ilustraciones podrán entenderlas todas y los que no han visionado muchos de ellos, sólo entenderán algunos. Esa es la cultura de la imagen. Otros anuncios tendrán una explicación sutil con pequeñas letras en un lado inferior del cartel o sólo se entenderán al ver el pequeño logotipo de la marca en cuestión.
Los anuncios minimalistas son simples y complicados a la vez. La sencillez se da por la sobriedad de la imagen. Y lo complicado por hacer entender el mensaje con tan pocos elementos. Es casi un logro artístico para los diseñadores. De ahí que den la sensación de ser coleccionables.
¿Recordáis aquel anuncio de Faber Castell del que os hablamos hace un tiempo en el blog? Pues ha sido considerado uno de los 100 mejores anuncios minimalistas. A continuación os mostramos los que más nos han gustado de esta lista.Si queréis ver la lista completas, visitad Publiz.
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