Me encanta el packaging de la marca de vinos de postre "Padre Divino", recomendado para fiestas católicas y recepciones del Vaticano y para el litúrgico momento de la Eucaristía. Suena a cachondeo, pero es verdad.
Elegante, divertido y coherente con el producto.
Hay que echarle cara para presentar un vino empaquetado en una miniatura de confesionario. ¡Y la Iglesia lo acepta! Dios nos coja confesados...
Pero como mola!
ResponderEliminar