Es un ejemplo muy claro de lo absurdas que pueden ser las ideas que nos viene por la noche. Lo peor es que, aunque siendo tontas, típicas o disparatadas, al día siguiente creemos que hemos desaprovechado algo ingenioso que nos resolvería algún problema o encargo profesional.
Ya sea para reírnos un poco al día siguiente o para desarrollar ese plan que a lo mejor no resulta tan malo, Ham&Cheese, un estudio creado por jóvenes diseñadores, ha creado el Tag-it para solucionar estos olvidos de ocurrencias trasnochadas.
Consiste en una cajita de madera troquelada en forma de bombilla relleno de papel que, al estirarlo enciende una pequeña luz para poder ver mejor lo que escribimos.
Además, lleva un elástico en un lateral con un lápiz para no tener que buscarlo en tu escritorio en plena noche.
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