A la agencia Scholz & Friends Berlin se le ha ocurrido para promocionar una serie de conciertos de la Filarmónica de Berlín (Stiftung Berliner Philharmoniker), unas gráficas con unas macro fotografías desde las entrañas de los instrumentos.
Podemos decir que muestra el alma y el origen de la música, pues es entre estas esquinas y rincones, entre estos materiales y estas superficies donde las ondas producidas por cuerdas o viento chocan y el sonido aumenta y se expande.
Concretamente, la serie se compone de macros de un violín, un violonchelo, una flauta y un órgano de tubos.
Las fotografías, tomadas por Mierswa-Kluska llevan incluso a la abstracción y, al menos a mí, me llegan a emocionar por lo bello de la composición y por trasladarme a un lugar que nunca creí poder llegar a habitar. Por ejemplo, el violín se me antoja una bella habitación muy iluminada que muchas veces se llenará de buena música y que sólo desde ahí se descubrirán ciertos matices, nunca escuchados por nadie más. Una habitación que nunca nadie querría abandonar.
¡Qué inspirador!
Espectacular la dirección de arte.
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