Este artista del óleo reproduce fielmente escenas que recuerdan a la infancia de cualquiera: desde un plano subjetivo se muestran meriendas típicas ochenteras, mayoritariamente de niños, con cómics de superhéroes que parecen participar de la comilona e interactuar con ellas.
Parece que sólo tienes que alargar la mano para sorber el café o el batido.
Fuente: locker18
Una absoluta pasada.
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